Historia Repostería Peruana
Desde tiempos muy lejanos, los peruanos hemos sido llamados "mazamorreros". Nuestra pasión por esta delicia culinaria nos viene ancestralmente. ¿Cómo vivir sin mazamorra?
Hubo mazamorras prehispánicas. La ishkupcha o motalsa, hecha de maíz amarillo, espolvoreada con cal, y las apis, kiuma api o chankerwa, poco densas y endulzadas con frutas secas o con chancaca de la corteza tierna del maguey; otras veces con miel de molle y de algarrobo. Se hacían mazamorras de ocas y mashua, asoleadas, champu o champus de mote con frutas y lakawite api, de calabaza madura.
La llegada de los "hombres barbados", llamados así por los naturales, produce en América una verdadera revolución cultural, ya que los credos, costumbres y leyes existentes son extirpados drásticamente. Es en este momento histórico de la llegada de Cristóbal Colón a América, cuando el activo intercambio de un sinfín de productos revoluciona la culinaria de ambos continentes.
De Europa nos trajeron el azúcar, las vides, los olivos, los cítricos, el trigo, carnes diversas y las especias, que produjeron un cambio definitivo en la culinaria local. Así como el aporte de alimentos de América al mundo fue de tal magnitud, que muchas de las cocinas más reconocidas deben su existencia a estos.
"La Cocina Española tal como la conocemos hoy, no existiría sin el aporte de productos llevados a Europa, desde lo que se llamaron las Indias. De hecho, sin las importaciones de estos productos, no existiría ninguna cocina europea. Ni franceses, ni italianos, ni alemanes o británicos, ni los españoles, pueden hoy vanagloriarse de la antigüedad de sus cocinas, porque su actual antropología culinaria y su gastronomía, deben la viabilidad de su recetario e incluso la popularidad universal de sus platos populares, más significativos, a la presencia de elementos desconocidos para ellos antes de 1492." (Xavier Domingo)
Hubo mazamorras prehispánicas. La ishkupcha o motalsa, hecha de maíz amarillo, espolvoreada con cal, y las apis, kiuma api o chankerwa, poco densas y endulzadas con frutas secas o con chancaca de la corteza tierna del maguey; otras veces con miel de molle y de algarrobo. Se hacían mazamorras de ocas y mashua, asoleadas, champu o champus de mote con frutas y lakawite api, de calabaza madura.
La llegada de los "hombres barbados", llamados así por los naturales, produce en América una verdadera revolución cultural, ya que los credos, costumbres y leyes existentes son extirpados drásticamente. Es en este momento histórico de la llegada de Cristóbal Colón a América, cuando el activo intercambio de un sinfín de productos revoluciona la culinaria de ambos continentes.
De Europa nos trajeron el azúcar, las vides, los olivos, los cítricos, el trigo, carnes diversas y las especias, que produjeron un cambio definitivo en la culinaria local. Así como el aporte de alimentos de América al mundo fue de tal magnitud, que muchas de las cocinas más reconocidas deben su existencia a estos.
"La Cocina Española tal como la conocemos hoy, no existiría sin el aporte de productos llevados a Europa, desde lo que se llamaron las Indias. De hecho, sin las importaciones de estos productos, no existiría ninguna cocina europea. Ni franceses, ni italianos, ni alemanes o británicos, ni los españoles, pueden hoy vanagloriarse de la antigüedad de sus cocinas, porque su actual antropología culinaria y su gastronomía, deben la viabilidad de su recetario e incluso la popularidad universal de sus platos populares, más significativos, a la presencia de elementos desconocidos para ellos antes de 1492." (Xavier Domingo)